Filosofía Osteopática Aplicada

(Última actualización 16-03-2022)

Os comparto a continuación un resumen de las bases del abordaje osteopático que utilizo en mi día a día en consulta. Se basa en los siguientes Principios Básicos:

- Modelo enfocado en la Salud y sus Leyes Naturales.

- La observación de la Totalidad.

- Observar desde la Consciencia.

- Ser respetuoso con el paciente sin "empujar" su equilibrio hacia lo que el terapeuta "cree" que es lo mejor para él.


1. La búsqueda de la Salud.

La Osteopatia es una profesión de Servicio. el Osteópata debe ponerse al servicio para acompañar al restablecimiento de un estado de salud óptimo en el paciente.

¿Pero al Servicio de qué o de quién? Al Servicio de la Salud.

La Salud es la verdadera fuerza terapéutica. Se expresa como tal en el paciente cuando el "objeto a tratar" es capaz de expresar una condición de neutro, que equivale a "estar libre para ser cambiado". De este modo la Salud actúa y es capaz de cambiar y restaurar la condición de adaptación de ese "objeto a tratar" acercándola a la situación fisiológica ideal.

La Salud es una expresión de la Respiración Primaria que se corresponde con el nivel de Amor en la Escala Consciencia descrita por el Dr. David R. Hawkins.


2. La Totalidad.

Los organismos vivos funcionamos como un todo. A efectos prácticos de funcionalidad no existe la parte. Es esta totalidad la que gestiona el funcionamiento vital a todos los niveles, físico, emocional y espiritual.

Podemos entender que nuestro estado de salud depende del equilibrio entre esos tres aspectos de nuestro ser, es decir, del equilibrio entre nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu.

Esa Trinidad, conceptualmente, tiene una doble identidad, la primera de ellas es perfecta, sin lesiones ni adaptaciones, conoce toda la información necesaria para funcionar de manera ideal.

La segunda identidad es el organismo vivo que habitamos. En él, la Trinidad es el resultado del equilibrio entre nuestro cuerpo, mente y espíritu funcionales, que han sufrido adaptaciones a las experiencias vividas y las informaciones heredadas.

La percepción y comprensión de la Totalidad es algo que requiere tiempo, se adquiere de manera progresiva. Esta percepción y compresión posiblemente estén subordinadas al nivel de conciencia en el que vibramos en cada momento. Es un camino largo y requiere paciencia.

En mi camino hasta el día de hoy, antes de integrar el concepto de Totalidad, necesité o me vi guiado a interpretar la totalidad en dos vertientes.

Una vertiente era la visión de la Totalidad como un concepto espacial de la existencia. Entender que como individuos nuestro cuerpo no está formado por partes sino que funciona como un todo fue el primer paso, después reflexioné acerca de que como individuos formamos parte de algo más grande, una familia, comunidad, población, la humanidad. Cada uno de nosotros somo uno con el resto de la humanidad, la humanidad no puede entenderse como la suma de los individuos que la forman sino que en sí mismo es un organismo vivo y cada uno de nosotros cumple una función y tiene una misión en la vida que afectará al resto de la humanidad de una manera u otra. Actualmente, mis reflexiones me han llevado a entender que quizás la humanidad no sea la totalidad final, sino que forma parte de la totalidad de la biosfera del planeta. Quien sabe si la Biosfera del Planeta Tierra no es una minúscula parte de una Totalidad de Vida de mayor envergadura, infinita quizás...

La otra vertiente, es observar la Totalidad de la existencia desde un punto de vista temporal, es decir, la existencia del individuo desde su origen hasta su final. En este punto, he podido comprobar, como veremos más adelante, que acumulamos información de recuerdos o memorias de experiencias vividas desde el inicio de nuestra vida, pero también tenemos registradas en alguna parte de nuestro organismo informaciones de recuerdos de experiencias vividas por nuestros ancestros y experiencias vividas en vidas pasadas. Así, la totalidad temporal no se limita a lo vivido en esta vida, sino que se extiende infinitamente en el tiempo desde el origen de la existencia hasta el final de la misma.

Integrar la observación de esas dos vertientes de la Totalidad podría ser clave en el éxito de la aplicación terapéutica de esta filosofía.

Por otra parte, tengo la total certeza de que la observación de la Totalidad no acaba en este punto, es un bonito camino para recorrer durante toda la vida.


3. Cuerpo o Cuerpo Físico.

Se trata de nuestro cuerpo físico palpable, sus sistemas anatómicos y sus procesos fisiológicos y metabólicos. Este es el cuerpo que se estudia en todas las facultades de medicina y fisioterapia, con características medibles y cuantificables casi hasta el infinito.

Como hemos dicho, habitamos un cuerpo físico funcional o adaptado (simbolizado en el esquema por una A). Nuestro cuerpo físico funcional tiene una “calidad” óptima de funcionamiento, en función a la genética que recibió en la encarnación, y del mismo modo depende de la epigenética y de las experiencias que ha vivido desde la encarnación, que han provocado que haya ido realizando adaptaciones a lo largo de su existencia.

Por otra parte, en alguna parte de la totalidad, existe la información de cuerpo físico ideal (simbolizado en el esquema por una A rodeada por un círculo). Esa información es la base de datos de referencia del cuerpo físico cuando se ve retado y debe reaccionar para mantenerse en un estado óptimo de funcionamiento.

El “espacio” que separa el Cuerpo Físico del Soma es lo que llamamos la Interfase del Cuerpo Físico.


4. Mente, Cuerpo Fluídico o Alma.

El cuerpo fluídico podría describirse como un campo protoplasmático, que está en el interior de nuestro cuerpo físico y lo sobrepasa en volumen. Puede sentirse por fuera de los límites de la piel.

Del mismo modo que el cuerpo físico, el Cuerpo Fluídico tiene una versión funcional (B) y una versión Ideal (B dentro de un círculo). La versión que nos encontramos cuando exploramos a los pacientes es la funcional, adaptada a las experiencias vividas y a la genética.

El “espacio” que separa el Cuerpo Fluídico Funcional del Cuerpo Fluídico Ideal es lo que llamamos Interfase del Cuerpo Fluídico.

Desde un punto de vista de observación, podemos explorar diferentes cualidades del cuerpo fluídico, como su forma, su respiración su textura o transparencia, o la calidad de su relación con el entorno.


5. Espíritu y Consciencia.

La Consciencia es nuestra energía personal, el nivel en el que vibra nuestro organismo. Es como la escala musical, cada “nota” o nivel de consciencia tiene unas particularidades propias.

Los niveles más bajos nos permiten seguir vivos, pero sin tener una buena salud. En esos niveles, el ego nos domina y se alimenta de pensamientos y emociones negativos que nos mantienen lejos de un estado óptimo de salud. La visión de lo que somos y la visión que tenemos de nuestro entorno es falsa, es un espejismo de negatividad en el que estamos atrapados por el ego, ya que necesita de esta negatividad para obtener su fuerza y poder mantener el control.

Los niveles más altos de consciencia nos permiten permanecer sanos y felices. En esos niveles la energía que recorre nuestro organismo tiene el poder de la reparación, el crecimiento y el desarrollo en todos los niveles de la existencia. Nuestra visión de nosotros mismos y nuestra percepción de lo que nos rodea deja de ser una falsedad para pasar a ser cada vez más una realidad. Podemos percibir lo que nos ocurre con mayor claridad. La negatividad aquí ha dejado de ser la protagonista.

Cada Nivel de Consciencia tiene asociada un tipo de emoción o sentimiento. Esa emoción o sentimiento es la que nos permitirá identificar en qué nivel de consciencia estamos vibrando en cada momento.

La Consciencia en sí es energía y por lo tanto es algo dinámico y cambiante. Podemos interactuar con ella para influir en su nivel.

Los Niveles de Consciencia y sus características han sido meticulosamente definidos por el Dr. David R Hawkins en sus libros publicados.

Desde un punto de vista puramente osteopático, la equivalencia de la consciencia es el Espíritu y es nuestra relación con la Respiración Primaria. 

La Respiración Primaria proyecta en cada organismo diferentes efectos de sí misma, como si estuviese filtrada o destilada en diferentes "niveles de vibración". Esos distintos efectos o expresiones de la Respiración Primaria en osteopatía también son conocidos como Potencia.

Hay descritos diferentes niveles de potencia:

- Empuje Fluídico.

- Potencia Suave.

- Marea Larga. 

- Salud.

- Potencia embriológica.

- Amor Divino.

- Aliento de Vida.

Cada tipo de potencia opera en situaciones determinadas para permitir que se inicie el proceso terapéutico que acabará con una situación de neutro y la entrada de la Salud en la zona en lesión.

6. Comunicación con el Fluído.

Podemos comunicarnos con el fluído.

El fluído responde a nuestras preguntas con sensaciones corporales y con sensaciones emocionales, es su manera de hacernos llegar la información que le solicitamos.

En niveles superiores de Consciencia, el Fluído responde a las preguntas las preguntas que hagamos con un “Sí” o con una ausencia de respuesta, lo cual es equivalente a un “No”.

La comunicación con el fluído es posible solo si estamos en un nivel de consciencia suficiente, necesitamos llegar a Neutro (Neutralidad) para poder empezar a comunicarnos conscientemente con él.

El Fluído obtiene la información de la consciencia universal, por lo que nunca nos engaña, la información que nos hace llegar es una verdad absoluta.


7. Las Lesiones.

La lesión percibida en el cuerpo físico, cuerpo fluídico o espíritu funcionales están sostenidas por información retenida en algún lugar de la Totalidad. A esa información la llamaremos Información Lesiva (IL)

Esta Información Lesiva, que sostiene la lesión, se encuentra en la interfase entre identidad funcional y la identidad ideal, ya sea del Cuerpo Físico, del Cuerpo Fluídico o del Espíritu. 

Posiblemente, en función de la interfase que se vea afectada por la información lesiva en cuestión, la lesión enfermedad será de una naturaleza u otra.

Las informaciones lesivas pueden ser observadas desde un punto de vista temporal, pudiendo definir su origen en intrauterino (transgeneracional), extrauterino (de la vida actual) o de una vida anterior.

La textura o transparencia de las informaciones es distinta dependiendo de su origen; he observado una mayor densidad en las informaciones de origen transgeneracional y una menor densidad en las informaciones con origen en vidas anteriores.

Cuando observamos las IL desde un punto de vista temporal, mediante preguntas con respuesta del tipo Sí/Ausencia de Sí, podemos determinar uno de los tres origenes descritos a continuación:

  • Informaciones de Origen Intrauterino: se deben a experiencias traumáticas vividas por algún ancestro del paciente, que se han transmitido de forma genealógica de manera descendiente hasta llegar al individuo en observación. En ocasiones se observa que el origen se localiza sujetos aislados y en ocasiones se observa que pueden afectar a linajes femeninos o masculinos de la línea familiar materna o paterna. También se puede seguir la información en linajes mixtos (femeninos y masculinos) de la línea familiar materna o paterna.

  • - Informaciones Lesivas de Origen Extrauterino: se deben a experiencias traumáticas vividas por el paciente a lo largo de su vida. En ocasiones se observa que para una misma situación de lesión existen varias informaciones lesivas extrauterinas. Otras veces, puede seguirse el hilo conductor de la información hasta un nivel más sutil, donde se localiza una información lesiva con origen en una vida anterior.

    Informaciones Lesivas con Origen en una Vida Anterior: hipotéticamente, tiene origen en experiencias traumáticas vividas por el alma del paciente en una encarnación anterior. Existe la posibilidad que la localización de estas informaciones esté en la Interfase entre el Cuerpo Fluídico Ideal y la Fuente (Madre Naturaleza, Diosa Creadora...).

Las informaciones lesivas también pueden ser descritas o correlacionadas con un nivel de consciencia concreto, o con un intervalo de niveles de consciencia de rango de vibración similar o correlativa. Este nivel de consciencia de la información que sostiene la lesión, que normalmente vibra en la parte baja de la escala de consciencia, se corresponde con sentimientos o emociones del mismo nivel, que son la memoria retenida de la experiencia traumática vivida.

Esta memoria o información traumática, queda atrapada en alguna parte de la Totalidad y dificulta el acceso a nuestro organismo a la información original ideal, que es la base de datos de referencia para mantener un estado óptimo de salud.

Este concepto es importante por una o más razones, sobretodo a nivel práctico:

- No debemos intentar cambiar el estado de la lesión percibida en el Cuerpo Físico, Cuerpo Fluídico (Mente o Alma) o Consciencia (Espíritu). El objeto de nuestra de actuación para sugerir cambios ha de ser en la Información Lesiva, que está sosteniendo la lesión percibida, con nuestro observador dirigido hacia la Totalidad.

- Al observar la información que sostiene la lesión (Información Lesiva - IL), si no somos extremadamente cuidadosos, podemos activar y hacer consciente la emoción o sentimiento atrapado en el inconsciente del paciente, lo cual puede suponer una confrontación contra la lesión pero no una resolución de la misma. Por este mismo motivo, no suele ser recomendable comentar con el paciente los hallazgos y las actuaciones terapéuticas realizadas durante la observación y el abordaje terapéutico. En caso de creer oportuno comentar el tratamiento realizado, por experiencias personales con pacientes vividas en consulta, creo aconsejable esperar a ver los efectos favorables de la sesión en el paciente al cabo de unos días y siempre que el paciente nos haya preguntado sobre el tratamiento realizado. Sobreinformar al paciente en un momento inadecuado puede ser un obstáculo para la consecución del objetivo terapéutico.

En este momento, la via de abordaje terapéutico menos agresiva para el paciente, y por lo tanto la más respetuosa con él, es intentar conectar con el Nivel de Consciencia Óptimo (NCO) para la liberación de la Información Lesiva, sin indagar en sus características temporales o acerca de su naturaleza, confiando en que la Respiración Primaria será la que escoja el mecanismo terapéutico más adecuado para cada situación individual.

Por otra parte, es muy importante no contactar directamente con las informaciones lesivas, por muy atraída que se vea nuestra atención hacia ellas. Es una trampa que puede hacer perder el estado de transparencia y que consumirá la energía vital del osteópata. El observador, mientras  actúa la potencia terapéutica, ha de reposar en la Quietud, la quietud de la sala o la quietud central. De este modo el tratamiento será seguro para todos.


8. El tratamiento.

Próximamente...

Comentarios

  1. Increíble todo lo argumentando.
    Creo fielmente en tu teoría, ya que siempre he creído en el alma, como espíritu que habita el cuerpo físico.
    Gracias por TODO.

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